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4, No Saber

La siguiente es una traducción del texto original en inglés de Hilary Barrett (quien no habla español) realizada por Verónica Lassa como aporte al Yijing en su viaje por los siglos.

Si hay comentarios u observaciones que puedan mejorar las versiones en español, contactar a Verónica a través de https://urdirlatrama.blogspot.com.ar/p/i-ching.html para que se tome debida nota.

¡Muchas gracias!


:|:::|Este debe ser uno de los hexagramas que más nos incomoda cuando lo recibimos como respuesta. Luego está también su fama de ser la forma que tiene Yi de reprendernos porque hacemos demasiadas preguntas. Es verdad que suena un poco así:

‘No saber, tiene éxito
No soy yo quien busca al aprendiz, el aprendiz me busca a mí.
En el primer oráculo hay información
En el segundo, tercero se enloda el agua,
Confusión, por lo tanto no hay información.
Es propicio perseverar.’

Sin embargo sería un error quedarse ‘anclado’ en esta fama que se ha ganado. Para empezar, no es  que Yi sea una especie de abuelo iracible que se harta de que le pregunten —pero además, su repertorio de respuestas para las preguntas mal formuladas es mucho más impactante que esto—. Fuera de broma, hay muchísimo más para aprender en No Saber.

Vale la pena tener en cuenta que este hexagrama, a menudo, ilustra el punto de vista de un tercero, previniéndote de que eso es lo que encontrarás. No es poco habitual, cuando alguien recibe el hexagrama 4, que se encuentre ansioso, impaciente por recibir una respuesta y que la persona que debe responder se muestre reacia. Si insiste con preguntar puede terminar por provocar en el otro una respuesta negativa —cualquier cosa menos lo que esperábamos—. (Pego aquí un archivo de audio (en inglés) con algunos ejemplos de esto.) Y No Saber es todo lo contrario a El Cambio Radical, (Hexagrama 49): el papel del joven aprendiz no es algo que uno pueda cambiar a pura fuerza de voluntad.

Aunque la verdadera pregunta es ¿por qué íbamos a querer cambiarlo? Solo cuando no sabes es que puedes aprender. El lugar del aprendiz es un lugar digno, no un bochorno del que hay que huir. El dictamen afirma claramente que ‘es propicio perseverar’. El comentario del dictamen dice que ‘su voluntad (la del aprendiz) se corresponde con la mía’.  Entonces, cuando estás seguro de que Yi te está hablando directamente a ti en el dictamen (y no que ha adoptado la respuesta de un tercero), no hay por qué sentirse rechazado. De hecho, aquí se nos anima a continuar aprendiendo (y no solo echando mano a respuestas).

No Saber se encuentra al inicio mismo de nuestra experiencia —la segunda mitad de los primeros pares volcados del Yi Jing, en donde el yin y el yang se mezclan por primera vez—. Hexagrama 3, Brotar, amplía el alcance de sus posibilidades, pero se mantiene unido a su raíz:

‘Brotar: visualizar y, también, no perder la casa de uno.
No Saber: desorden y, también, claro.’

El joven ingnorante da sus primeros pasos en el mundo y se encuentra con que es mucho más grande y confuso de lo que había imaginado. Me acordé mucho de esto los otros días cuando recurrí a un libro de PNL para principiantes (programación neurolingüística). El aprendizaje comienza con una ‘ignorancia inconsciente’ (cuando ni siquiera sabes lo que no sabes) y luego sigue la ‘ignorancia consciente’. En esta etapa,

‘Ya sabes lo suficiente como para darte cuenta de que no eres demasiado bueno, y eso requiere muchísima de tu atención consciente. Es una etapa incómoda, pero también, allí es cuando más aprendes’.

De modo que No Saber no es un bochorno, sino una de las etapas del aprendizaje. También podría ser una etapa que sucede naturalmente, a su propio ritmo, mientras vas avanzando en tu comprensión. El hexagrama nuclear, Retornar (24), indica que el corazón de la cosa tiene que ver con una conciencia que madura desde adentro. Y la imagen nos sugiere que no se trata tanto de las respuestas que podemos obtener, si no de la experiencia que aún nos falta vivir.

‘Al pie de la montaña surge un manantial. No Saber.
El junzi usa los frutos de la acción para nutrir su carácter’.

Comentario:

El libro de PNL para principiantes: Los principios de la PNL: Mente, lenguaje y experiencia, de Joseph O’Connor, Ian McDermott