La siguiente es una traducción del texto original en inglés de Hilary Barrett (quien no habla español) realizada por Verónica Lassa como aporte al Yijing en su viaje por los siglos.
Si hay comentarios u observaciones que puedan mejorar las versiones en español, contactar a Verónica a través de https://urdirlatrama.blogspot.com.ar/p/i-ching.html para que se tome debida nota.
¡Muchas gracias!
Lo central en la palabra china para ‘integridad’ o ‘humildad’ es unir, no en el sentido de convertir ambas en una sola cosa, sino en el de sostener dos cosas muy cerca una de la otra. Para armar ‘integridad’, al elemento ‘palabras’ se le añade ‘que unen’. Algunos estudiosos de la historia de Yi llegaron a la conclusión de que el ideograma original se refería al hámster gris coreano cuyo nombre literal es ‘roedor que une’. Otros han descartado esto por disparatado, un absurdo que desprestigia el significado del hexagrama.
Yo solía estar entre estas últimas hasta que comencé a aprender las imágenes por experiencia personal, haciendo el intento de proyectarme dentro de un mundo plagado de augurios. El hámster coreano es un bicho enorme, parecido a las ratas, de casi 60 centímetros de alto. Habita en los márgenes de los asentamientos humanos y aparece desde las profundidades de sus intrincadas madrigueras para tomar de los campos cultivados los alimentos que le hacen falta —o para comerse a otro roedor—. No es precisamente tímido. Si te cruzas con uno de ellos es probable que te haga frente parado en sus patas traseras, en una pose asombrosamente humana. Entonces, ¿qué podría significar un encuentro de ese tipo y qué relación habría con la integridad?
Creo que encontrarse con el ‘roedor que une’ sería algo algo así como encontrarte con una parte de tí misma. Un recordatorio de la llaneza fundamental de tu existencia, despojada de sus pretensiones y sus complejos. El mensaje puede consistir en un llamado para que llegues a una unidad con tu ser, incluidas las partes que sueles esconder en la oscuridad (esas que no estarían del todo civilizadas). Junto con su par inverso, el hexagrama 16, muestra una vivencia de la adolescencia: encontrarse de frente con todas las partes de uno mismo y sentirse impelido por una fuerza que crece hasta encontrar modos de ponerlas de manifiesto.
‘Palabras que unen’, al igual que el hexagrama, no significa simplemente modestia, sino integridad: palabras (expresadas o pensadas) que se sostienen muy cerca de la verdad. En cuestiones de relaciones puede que signifique que eres el espejo de un otro con el que puede ser sí mismo. Cuando se trata de un consejo personal, me he encontrado con que muchas veces es un llamado a ser realista (a ser humilde y a no estar ‘repleta’ de mí misma). Ya perdí la cuenta de la cantidad de consultas en las que he corrido a pedirle consejos al I Ching porque estaba cumpliendo alguna función tremendamente importante y me he encontrado con una respuesta llena de paciencia que me informa que no, que en realidad no todo dependía de mí.
Este hexagrama del ‘conócete a tí mismo’ también puede significar ser realista respecto a tus capacidades, así como a tu importancia en el orden más amplio universal. La última vez que lo recibí tenía la brillante idea de publicar como ebook y vender en línea un libro inédito mío sobre cómo prevenir la calvicie en las mujeres (¡!). El hexagrama 15 me hizo reconsiderar la cantidad de horas que me llevaría por día y cómo sería más significativo llenarlas…
El dictamen dice que ‘el junzi lleva a cabo la consumación’ lo que me hace sospechar que no todo el mundo lo consigue. Obviamente, recibir este hexagrama no es garantía de éxito seguro. Si todavía no eres realista, puede que te indique que ¡la realidad se está por imponer en tu vida!
Este hexagrama no se trata de falsa modestia ni de abnegación, representa, sin dudas, una capacidad positiva y determinante. Los trigramas muestran una montaña en el interior, un ser firme, equilibrado que quiere servir a otros y apoyar su crecimiento a través del trigrama externo, tierra. Según la Imagen, el junzi se ocupa de ‘reducir lo numeroso para aumentar lo poco, evaluar los seres para nivelar su distribución’. Imagino que esto significa no solo que hay que compartir para construir un piso de igualdad, sino, y en primer lugar, que hay que construir nuestra propia montaña de fortaleza personal (un proceso cíclico que crea un equilibrio duradero). Después de todo, la Integridad tiene sus raíces en la Gran Posesión (hexagrama 14) que ‘no admite la arrogancia’.
En el Gran Tratado este hexagrama indica ‘el manejo de de‘ es decir, encontrarte contigo misma —y con una honestidad incondicional— es lo que te permite manejar y usar tu singular carácter y fortaleza. Quizá esto quede explicado en los Comentarios para la Decisión donde se describe la manera en que la humildad trae el éxito y la popularidad: alguien que tiene espacio interior para acomodar allí la verdad será ciertamente más eficaz que alguien que esté ‘repleta’ con sus propios dramas.